
El caso es que me han metido el recordatorio del tétanos y la primera dosis de Hepatitis A+B combinada. Nos quedan otras dos dosis de esta última. Además, he pagado 8 eurillos por una pequeña cajita con tres cápsulas: prevención de las fiebres tifoideas, que, a su vez, provoca fiebre normal de la de toda la vida. Pero no termina aquí la cosa. Falta la vacuna de la fiebre amarila. Por no hablar del tratamiento contra el paludismo y malaria y no se qué rollo de la profilaxis. Pero eso lo dejaré para cuando planifique el viaje a la Selva Amazónica.
Bueno, a pesar de todo me encuentro bien. Eso a pesar de asumir que no voy a hacerme ni una ensalada. Son necesarios tantos fregaos a base de lejía y cepillados posteriores en busca del bicho asesino que me descomponga mi estómago que casi mejor buscar una alternativa a la exquisita lechuga.
Después de esto, mi única preocupación es el visado. Escribiré mi próximo post cuando lo reciba, suponiendo que sea un día de estos, que como me hagan esperar más...
2 comentarios:
Ya veo que estás pasando por la de los médicos... en plan yonqui total.
Creo que la profilaxis esa es una pastilla que actúa como una vacuna temporal para cuando vas a estar expuesta; como dices, para cuando vayas a la selva...
Además, me surge la duda que si tu, en un país se supone que civilizado como Brasil, tienes que ponerte todo eso, qué habrá sido de Ana en Nigeria o Jaime en Senegal... (habla con ellos que seguro que te pueden contar de todo sobre esto)
Ya te queda menos para escribir desde Brasssssssil.
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