jueves, 22 de noviembre de 2007

SALVADOR DE BAHÍA Y MORRO DE SÃO PAULO

Después de 10 días de preocupación por no saber si podríamos viajar, finalmente lo conseguimos. El jueves embarcamos a las 5 de la mañana y llegamos 2 horas después al aeropuerto de Salvador de Bahía.
LLegamos muertas de cansancio y fuimos directamente al embarcadero para coger un barquito que nos dejó en 2 horas en Morro de São Paulo, el pueblito más importante de la Isla de Tinharé. Una vez allí, se nos olvidaron los problemas de estos últimos días. Como muchos sabeis, la compañía aérea que nos llevaba paralizó sus operaciones, con lo que dependíamos de la disponibilidad de vuelos de las demás compañías brasileñas tanto para llegar como para volver. Pero esto es historia.









Morro es el lugar perfecto para descansar. La única pega que tiene es la alta ocupación, de hecho, estaba totalmente llena de españoles. Pero esto también hace que esté llena de restaurantes y barcitos, tanto en la zona centro, cerca de las playas y con caminos de arena, como en la playa. La 2ª playa es la que más fiesta concentra, con puestecillos de caipirinhas de frutas y bares de muchos estilos. No os será difícil imaginar que los días que pasamos allí no hicimos otra cosa que tomar el sol, comer pescadito y beber cervezas y caipirinhas tropicales. Unos de los 4 días fuimos a una playa muy peculiar, Gamboa, a 15 minutos en barquito de Morro, donde hay una parte con rocas de barro rosa que nos echamos en la piel y quedamos estupendas.

Ya el lunes volvimos a Salvador de Bahía. Si algo destaca de esta ciudad es la belleza de su centro histórico, el Pelourinho o Pelô, como dicen por aquí, Patrimonio de la Humanidad, y la enorme personalidad de su música, de sus gentes. Salvador desprende cultura afro-brasileña por todas sus esquinas.
Además de la obligada visita al Pelô, vimos otros puntos importantes: el Mercado Modelo, donde hay montones de tiendas de artesanato, el Elevador Lacerda, que conecta la parte alta de la ciudad con la parte baja, muchas iglesias... La más importante es la de San Francisco. Es la iglesia más rica en oro de Brasil y una de las referencias del arte barroco. Impresionante, lo único que se puede decir.









Entre las diversas manifestaciones culturales de la ciudad destaca, como no, la capoeira. En cualquier lugar puedes encontrar bahianos bailando, sin entender muy bien cómo consiguen mover todo su cuerpo de esa forma. Además, el martes por la tarde fuimos a la famosa misa de los martes en la Iglesia de Nossa Senhora do Rosário dos Pretos. Coincidía con el Día del Orgullo Negro, lo cual no hacía que hubiera más negros de lo normal. De hecho, creo recordar que yo era la única blanca que había allí. El caso es que esta misa es un exhibición más de toda la cultura de Salvador, con samba en plena misa, ofrendas de pan y frutas al ritmo de la música y de los cantos de los negros, etc.

Sólo me falta por mencionar que asistimos a un candomblé. El candomblé es una de las religiones afro-brasileñas practicadas en Brasil. La verdad es que esperábamos ver algo un poco más espectacular, con momentos de trance y todo. Eso era lo que nos habían contado unas amigas que fueron unos días antes. Nosotras vimos un ensayo de algo, no sabíamos muy bien qué era, pero allí había jóvenes y mayores bailando alrededor de la farofa (harina), al son de la timbalada y tirando palomitas de maiz (ya casi al final del ensayo), típico alimento de la gastronomía Salvadoreña. Para rematar la faena, todo el mundo se servía una crema de milho (maíz), también típica.
Ayer por la tarde regresamos a São Paulo, después de aguantar 15 horas en el aeropuerto con bronca incluida que por la noche volví a ver, pero en el telediario. Ahora tenho saudades de Bahía y más tendré dentro de un mes, fecha exacta de vuelta a La Tierruca.
Estos días descansaré por aquí. Nuestra próxima parada, si los aeropuertos nos lo permiten, será Florianópolis, al sur de Brasil.

lunes, 5 de noviembre de 2007

CURITIBA E ILHA DO MEL










Este fin de semana de tres días hemos viajado al estado de Paraná, en concreto a su capital, Curitiba, y a Ilha do Mel, a unas dos horas de esta ciudad.
El jueves por la noche llegamos a Curitiba y ya el viernes hicimos una ruta turística por la ciudad. Curitba destaca por ser una ciudad organizada, limpia, con un excelente sistema de transportes y buenas infraestructuras en general, así como por ser una ciudad con alta calidad de vida. Esto, en Brasil, llama mucho la atención. Sin perjuicio de ello, debo decir que no fue una visita que me gustara mucho, ya que es una ciudad, y ya he visto muchas. El servicio de turismo tiene una línea de autobús que recorre unos 40 kilómetros en aproximadamente dos horas. Puedes hacer hasta cuatro paradas en los puntos turísticos que más te interesen. Obviamente, tomamos este autobús para aprovechar al máximo la visita y paramos en el Jardin Botánico, en el Museo Oscar Niemeyer y en el edificio de la Ópera, que destaca por estarsituado en medio de un bonito paraje natural, entre montañas y un lago. Otras atracciones interesantes fueron el Parque Tingüi, el Bosque Alemán y el Teatro Paiol.

Lo mejor del fin de semana, para mi, fue la visita a Ilha do Mel. Tras dos horas de viaje desde la capital más media hora en barco llegamos a este lugar recóndito y preservado como pocos he visto en Brasil, con calles de arena, sin electricidad, con número de visitantes restringido y, por supuesto, sin coches, motos... El paraíso..
No hizo mucho sol, pero, afortunadamente, tampoco llovió, lo que permitió que pudiéramos pasear todo el sábado por la isla. Por la mañana fuimos a ver la Gruta das Encantadas y después hicimos trilhas varias. Por la tarde llemaos a la playa Brasilia y subimos al Farol das Conchas, donde pudimos contemplar una vista general de la isla.
Por la noche, caipirinhas y baladón (osea, fiesta). Eso sí, en la oscuridad de la noche, nunca mejor dicho. Apenas la luz de los pocos restaurantes y pousadas que allí había iluminaban la playa, lo que os hará imaginar los tortazos que allí nos pegamos.
El domingo... de vuelta a casa, ¡¡ qué pena !! Ahora sólo queda esperar al próximo viaje: Salvador de Bahía. De momento, FOTOS: http://picasaweb.google.es/issabelita1979